Cómo rendimos cuentas a las personas a las que ayudamos

Las personas afectadas por conflictos armados y otras situaciones de violencia tienen participación activa en su propia recuperación. Estamos presentes para escucharlas y ayudarlas.

Wusab Assafil district, Yemen: An ICRC staff member answers beneficiaries' questions about the ICRC and the ongoing distribution for internally displaced persons.

Rendición de cuentas en nuestro trabajo

Las organizaciones humanitarias ayudan a algunas de las personas más marginadas del mundo. En circunstancias normales, estas organizaciones pueden ser responsabilizadas por los ciudadanos, por el gobierno y, lo más importante, por los usuarios de sus servicios. Pero en entornos de conflicto, como aquellos en los que trabaja el CICR, las dinámicas de poder entre las organizaciones humanitarias, las entidades locales y los miembros de la comunidad casi siempre son desequilibradas, lo que atenta contra la confianza y la colaboración.

Cuando se rinden cuentas a las personas a las que se prestan servicios, es más difícil aprovecharse de ese desequilibrio de poder. Además, los programas humanitarios pueden ser más pertinentes, inclusivos y accesibles para aquellos que los necesitan. Por otro lado, las personas marginadas pueden contribuir al diseño, la aplicación, la supervisión y la evaluación de las respuestas que damos.

La rendición de cuentas a las personas afectadas por conflictos y otras situaciones de violencia no solo permite al CICR llevar a cabo su trabajo de manera ética y socialmente responsable, sino que es también un medio eficaz para generar confianza y aceptación, lo cual, en definitiva, fortalece los efectos y la relevancia de nuestra labor.

Nuestro enfoque

Desde su creación, el CICR ha situado a las personas en el centro de su labor humanitaria, basándose en los Principios Fundamentales  y en el principio de "no causar daño". Nuestro enfoque centrado en las personas quedó formalizado en 2018 con la adopción de un marco institucional. Este marco establece una noción común para toda la organización acerca de lo que significa la rendición de cuentas a las personas afectadas por la violencia y define los elementos clave de la rendición de cuentas con la que nuestra organización está comprometida.

Queremos que nuestra labor humanitaria fortalezca la resiliencia de las personas en situaciones de vulnerabilidad y crisis, y genere los mejores resultados posibles para ellas. Esto incluye preservar el derecho de las personas al acceso equitativo a la asistencia (en proporción a sus necesidades, prioridades y preferencias), su derecho a la información y su derecho a proporcionar retroalimentación y a participar en las decisiones que las afectan.

También utilizamos medios tecnológicos para aumentar nuestra proximidad (digital y física) a las personas, a la vez que aseguramos la protección de sus datos conforme al principio de "no causar daño”.

En las siguientes publicaciones se puede acceder a más información sobre nuestros enfoques orientados a aumentar la proximidad digital: How to Use Social Media to Engage with People Affected by CrisisHumanitarian Futures for Messaging Apps y Using Radio as a Means of Operational Communication and Community Outreach.

Para centrarnos en las personas, debemos reconocer la diversidad dentro de las comunidades, dado que las experiencias de las personas en un conflicto armado y su capacidad para afrontar las consecuencias y acceder a la ayuda que necesitan dependen de su género, edad o discapacidad y de otros factores específicos del contexto.

Con esta finalidad, en 2020, el CICR encargó a un grupo de reflexión independiente que acompañara el desarrollo de un enfoque integral de los programas inclusivos que fortaleciera su relevancia y su eficacia, y que definiera los procesos y sistemas necesarios para implementar un enfoque de ese tipo.

En junio de 2020, aprobamos el documento Vision 2030 on Disability, que establece un objetivo colectivo y objetivos relacionados para varios departamentos del CICR. Su finalidad es promover una mayor inclusión de las personas con discapacidad tanto en nuestra respuesta a los conflictos armados y otras situaciones de violencia, como dentro de nuestra organización.

En concordancia con nuestro Código de conducta, nos proponemos prevenir la explotación y el abuso sexuales. Es una obligación ética y contractual para todo el personal del CICR y es esencial para que conservemos la confianza de las personas a las que deseamos prestar servicios.

Los compromisos establecidos en las diferentes estrategias y políticas institucionales se formularon en consonancia con diversas iniciativas del sector humanitario, entre otras la revolución de la participación en el  Gran Pacto y la Cumbre Mundial sobre la Discapacidad (Global Disability Summit).

Como parte de la respuesta a la pandemia de COVID-19, redoblamos nuestros esfuerzos por interactuar con las comunidades, especialmente para prevenir la propagación de la enfermedad entre ellas y asegurarnos de que las personas ya marginadas fuesen incluidas en nuestra respuesta y no quedasen más rezagadas todavía.

Cómo ponerse en contacto

Las personas pueden ser vulnerables a la explotación y a los abusos si no saben cuáles son sus derechos, cómo debe comportarse el personal humanitario, cómo pueden ponerse en contacto con el CICR o cómo pueden quejarse si no están satisfechas con los servicios prestados. También es responsabilidad del CICR tomar medidas para que las personas afectadas sepan lo que pueden esperar de su personal.

Para consultas generales

Póngase en contacto con la sede del CICR

Para denunciar posibles conductas inapropiadas

Puede hacerlo en la IntegrityLine o enviar un correo electrónico a code_of_conduct@icrc.org.

Preguntas frecuentes

  • El CICR es una organización humanitaria independiente, neutral e imparcial. Tenemos el cometido y la misión de ayudar y proteger a las personas afectadas por conflictos armados y violencia, o como se expresa en la declaración de nuestra misión: “otras situaciones de violencia”. Esta expresión se refiere a la violencia que no ha alcanzado el umbral de conflicto armado, pero que es perpetrada por grupos numerosos y que tiene consecuencias en el plano humanitario. El cometido del CICR le fue encomendado por los Estados mediante los cuatro Convenios de Ginebra de 1949, sus Protocolos adicionales de 1977 y los Estatutos del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja de 1986.

    Nuestro cometido y estatuto jurídico nos distingue tanto de las organizaciones intergubernamentales (por ejemplo, los organismos especializados de la Organización de las Naciones Unidas) como de las organizaciones no gubernamentales. Este estatuto nos permite desempeñarnos con independencia de los gobiernos y ayudar, con total imparcialidad, a las personas que más necesitan protección y asistencia.

  • El CICR forma parte del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, que incluye también a las 191 Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y a la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. 

    El CICR trabaja en estrecha colaboración con las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y con la Federación Internacional para brindar una respuesta concertada, eficiente y rápida ante situaciones de conflicto armado o violencia. El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja es la red humanitaria más grande del mundo.